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sábado, 22 de agosto de 2009

STNHP YA TIENE "GATO"


Trabajar en España era una de sus asignaturas pendientes, pero ya la ha superado. Para alguien que se había hartado de hacer culebrones en Suramérica, como él (casi una decena), meter la cabeza en Sin tetas no hay paraíso (Tele 5) era una cuestión de Estado relacionada con aquello de la madre patria. Juan Alfonso Baptista, El Gato (Caracas, 1976), entró de forma sigilosa en el concurso de TVE ¡Mira quien baila!, tras labrarse fama de galán en Pasión de gavilanes, donde era Óscar Reyes, violento hermano del protagonista, violento y vengativo.
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Ahora ha acabado metiendo su zarpa en la madre de todas las series, donde encarna a un peligroso narcotraficante mexicano que se cruzará en la vida de la otrora frágil Catalina (Amaia Salamanca). El Duque (Miguel Ángel Silvestre) ha muerto: ¡Viva El Gato!
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El apuesto actor venezolano se ha colado en la tercera temporada de la serie que más pasiones despierta entre las adolescentes españolas. Y lo ha hecho como suele ser habitual en estos casos: haciendo de narco. Un traficante con una hermana que le ha criado como si fuera su madre y que comparte rancho carcelario con la desolada Cata. Muerto El Duque, la joven princesa tendrá que pasar cuatro años en prisión para saldar cuentas con la justicia. Allí conocerá a Daniela Mejía (Yuriria del Valle), una reclusa con la que entablará una tortuosa relación dominante y violenta. La matona de penitenciaría resultará ser hermana de un narco que se ha situado a la cabeza del tráfico de estupefacientes en España: Guillermo Mejía, el personaje encarnado por El Gato.

RODAJE A PLENO SOL Baptista anda estos días rodando la tercera temporada de Sin tetas..., sorprendido, para su bien, del «ritmo mucho más suave» con que se graban las series en España. Eso es lo que contaba hace poco a los periodistas en un rumboso chalet de la sierra madrileña donde se estaba rodando la ficción.
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Al actor le dió ese día por transmutarse en uno de esos traviesos gatos que se pelean con las madejas de hilo. Lo mismo hizo en una visita a Barcelona, donde dejó muestras de su conocido carácter juerguista. En ese reciente encuentro con la prensa ofreció una entrevista caótica y dislocada, de las que no se suelen olvidar nunca. Los periodistas preguntaban y él se iba por los cerros de Úbeda. «Me gustan las escenas de pistolas. Me encanta ese rollito», confesaba. Todo su afán era captar la atención de las féminas con bromas fáciles y respuestas pretendidamente ingeniosas. «¿Que si tengo alguna anécdota del rodaje que contar? No recuerdo ninguna. No ha habido ningún accidente. Bueno, un herido el otro día, pero es normal». Y se tronchaba de risa.

Vía elperiodico.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

no me gusta nada el gato uff, no vale un duro, de guapo no tiene nada, veremos haber lo que pasa con la serie porque sin Miguel silvestre, nada sera lo mismo, se han cargado la serie........