Está más delgada, pero sigue tan guapa como siempre. Y no solo habla de su película: también reflexiona sobre su carrera o la situación del país.
Actores jóvenes, guapos y televisivos: ¿apuesta segura?
Esa es la idea. Antes, si hacías cine, eras actor de cine, y lo mismo pasaba con la tele o el teatro. Ahora, en cambio, un productor que quiere vender su película coge a jóvenes de series con mucha audiencia, y espera que ese mismo público vaya también a las salas.
¿Es tan divertido protagonizar una de terror como parece?
A veces sí. Todos los actores éramos de la misma edad, convivíamos juntos y estuvimos muy unidos, pero se viven ratos de angustia: es difícil mantener un estado de tensión tan fuerte todo el día y durante dos meses.
Ha encarnado a doña Letizia y protagoniza Gran Hotel: ¿qué momento vive su carrera?
Está en un punto maravilloso: he podido encadenar un proyecto tras otro y hacer cosas muy diferentes para no encasillarme. Eso es lo que más me atrae de un proyecto: que suponga algo distinto y pueda dar un giro a lo hecho antes.
¿Rechaza muchas ofertas?
Algunas sí. Pero siempre hay que estar muy agradecido por que te lleguen: significa que te valoran, que han pensado en ti.
Tal y como están las cosas, se sentirá una afortunada.
Sí, pero hay que vivirlo con coherencia y los pies en la tierra. Todo puede cambiar de repente: puedes estar muy de moda y, en cuanto llegue una actriz más joven, que todos se olviden de ti.
Muchos creen que los actores no piensan, con tanta fiesta, en esas cosas...
Yo no voy de fiesta en fiesta: me paso el día trabajando. Nos despertamos a las cinco y media de la mañana para ir a rodar, y luego estamos diez horas. Es duro, pero lo agradezco: es mi profesión y me gusta.
¿Qué pensarán de usted los que no la conocen?
Me considero de lo más normal y corriente. Casi siempre que alguien se me acerca por la calle es muy agradable, y me dice que mi trabajo le gusta. Respecto a si estoy más o menos presente en las revistas..., es parte de mi trabajo: promocionar series y películas. Me gusta más rodar y trabajar como actriz que andar posando para sesiones fotográficas, pero todo está muy relacionado.
Mójese: ¿qué opina de la célebre ley Sinde?
Creo que todos debemos pagar por bajar contenidos de Internet, aunque sea un poco. Si no lo hacemos, ¿dónde queda el trabajo de tanta gente?
¿Será mejor 2012?
Si lo supiera, no sería actriz, sino política o economista. La verdad es que, como casi todo el mundo, lo veo chungo, pero si nos dejamos arrastrar por el pesimismo, no vamos a salir de esta. Habrá que aportar entre todos, ser positivos y dar lo mejor de nosotros mismos: lo que viene va a ser difícil, pero habrá que poner buena cara y la mejor actitud.
¿Nota la crisis económica?
Ni yo ni mis amigos estamos en paro pero, por ejemplo, mis padres tienen ópticas. Las ventas han caído mucho y han tenido que cerrar tiendas.
Acaba de estar en Nueva York estudiando interpretación: ¿la actriz nace o se hace?
Las dos cosas: como más se aprende es trabajando, pero también uno debe hacer cursos y renovarse. Por eso dejé Sin tetas no hay paraíso y me lancé al teatro: tras tres temporadas, la serie no me aportaba nada más. Después, y poco a poco, he aprendido con todo lo que he hecho.
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