La gallega María Castro lleva triunfando desde que llegó a Madrid, hace siete años, tanto en la pequeña pantalla como en el teatro. Sus éxitos más recientes son “Tierra de lobos” en Telecinco y la obra teatral “Crimen perfecto”. María Castro confiesa que está consiguiendo su sueño, por eso, no deja de trabajar. La pelirroja, de 30 años, va a descansar estas Navidades en su tierra natal junto a su familia, a la que tanto echa de menos cuando está en la capital. Respecto a su corazón, aunque no le gusta hablar de ello, está feliz y enamorada de Leo Rivera
-¿Qué tal van las grabaciones de la serie?
-Acabamos de terminar de grabar. Ahora, haremos un descanso breve y luego comenzaremos a grabar la siguiente temporada, porque la serie está funcionando muy bien.
-¿Y el teatro?
-A principios de año comienza la gira por toda España. Todavía no estoy segura de si voy a estar por la serie.
-¿Con qué papel te sientes más cómoda?
-Intento sentirme cómoda con los dos. Elena, mi personaje en la serie, es una mujer muy luchadora. En el teatro, la forma de trabajar el personaje es muy diferente, además, tengo la referencia de Grace Kelly (interpretó este papel en el cine).
-¿Cómo te sentó sustituir a Elena Furiase en la función?
-Mis compañeros me acogieron de maravilla. Yo a ella no la conozco y, si el realmente necesitaba descansar, lo entiendo.
-¿Y tú no necesitas hacer un parón para descansar?
-¡Yo no! Creo que eso te lo pide el cuerpo y, de momento, mi cuerpo me pide trabajar. Llevo once años trabajando sin descanso porque, antes de venirme a Madrid, estuve trabajando en una serie en Galicia.
-¿Y dónde te sientes más cómoda?
-Me siento cómoda donde esté mi familia. Y en Madrid no está, aunque esta ciudad me ofrece muchas más oportunidades. Con un poco de suerte, los convenzo para que se muden a la capital. Llevo siete años en Madrid y muchas veces tengo el deseo de volverme, pero entiendo que eso lo dice el corazón. La cabeza dice otra cosa. Yo vine a luchar por un sueño y no puedo dejarlo en este momento.
-¿Y has logrado ese sueño?
-Lo estoy consiguiendo. No quiero afirmarlo, porque, si no, pienso ya cuál será el siguiente. Todavía tengo que hacer un musical, pero para ello tengo que formarme muy bien.
-¿Y el cine?
-Hice tres películas y, aunque ha salido algún otro proyecto, por algún motivo no he podido compaginarlo.
-¿Estás contenta con tu evolución? Hace unos días, Amaia Salamanca contaba, refiriéndose a vuestros comienzos en “SMS”, que por algo había que empezar.
-Yo no me arrepiento de ningún trabajo, de todos me he llevado mucho aprendizaje. Me gusta mucho mi trabajo.
-¿Qué es lo que nunca harías?
-Nunca se puede decir nunca. Pero nunca denigraría a otro. Prefiero luchar por mi trabajo por mí misma, pero sin aplastar a otro.
-¿Hay mucha competencia?
-Yo no entro. Soy de provincias, pero me entero de todo. Yo no me meto con nadie y me pongo la sonrisa por montera. Antes era la alegría de la casa, ahora lo soy de los rodajes.
-¿Te han puesto la zancadilla muchas veces?
-Alguna que otra, pero no sólo en esta profesión, sino en la vida en general. Pero te levantas y sigues caminando.
-También has hecho trabajos de moda.
-Sí, pero sin duda yo me siento más cómoda en la interpretación. Yo hice cosas de moda porque buscaba un camino a la tele y no sabía cuál era.
-Pero tú estudiaste Magisterio, ¿por qué te da por la interpretación?
-Siempre me gustó. Cuando había algo que hacer en público, allí estaba yo. Además, cuando era gimnasta, algo en lo que destacaba era en la expresión corporal.
-Y la fama te llegó con “Sin tetas no hay paraíso”, ¿mantienes relación con tus compañeros?
-Con algunos, porque la vida sigue avanzando e igual te cuesta un poco mantener las amistades.
-No se te ha subido la fama a la cabeza.
-No comprendo por qué se me tiene que subir. Éste es un trabajo de equipo. ¿Por qué tengo que ser yo más que nadie? Cuando trabajaba en Galicia yo iba a grabar en mi propio coche. En Madrid, van a buscarme. Aquí te cuidan tanto que lo fácil es que te lo creas. Mi familia me enseñó que todos somos iguales. De hecho, me enseñaron a ser persona antes que actriz. Yo valoro la suerte que tengo. Soy consciente de que hay mucha gente con mucho talento que nunca se va a ver en una pantalla.
-Tienes tres sobrinos y se te cae la baba cuando hablas de ellos, ¿te tienta la maternidad?
-Tengo treinta años y creo que soy joven, puedo esperar. Creo que he venido a este mundo para ser madre.
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