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miércoles, 8 de febrero de 2012

MARÍA CASTRO


Es de las actrices que mejor sufre delante de una cámara, pero también la que luce una sonrisa más contagiosa cuando se aparta del papel. En mitad de la grabación de la tercera temporada de 'Tierra de lobos', que volverá pronto a Telecinco, nos citamos con María Castro en el stand de Kellogg’s, en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid, un entorno que le resulta familiar porque allí mismo desfiló con trajes de novia.
“Antes de ser actriz hice bastante pasarela en Galicia. Todos los recuerdos de esa época son positivos, pero ahora que he descubierto mi pasión por la interpretación aquello me sabe a poco”.

Esta vez no pasea diseños, sino que juega a ser maestra en una escuela en la que dan talleres de tricotaje, cocina, risoterapia… “¡Como yo antes era profesora! Me encanta esta profesión, pero tampoco la echo de menos porque me desahogo con mis sobrinos. Ahora una de ellas está aprendiendo a leer, ¡vamos por ‘la che’!”, cuenta entre risas.

María confiesa cuál es su fuente de energía predilecta para rendir tanto en clase como en un plató: “¡El chocolate! Siempre llevo barritas en el bolso para no ir con el estómago vacío y luego darme el atracón. Yo me cuido, pero no para estar flaca, genéticamente soy una persona que no acumulo grasa. La palabra dieta no existe en mi vida, solo alimentación variada, deporte… Con este volumen de trabajo necesito estar sana”.

En 'Tierra de lobos', su personaje está famélico de alegrías. En el último capítulo, Elena descubrió que su padre estaba muerto, pero aún no sabe que su jefe y pretendiente (Juan Fernández) es el culpable. “Siente el aliento de Lobo en su nuca. Él sigue intentando que Elena sucumba a sus encantos, pero el tema de su padre lo hará todo más complicado, va a sufrir el golpe más duro de su vida. Se aferrará a su hijo para defenderlo a toda costa. Y ya veremos si hay tiempo para el amor, porque con tanto follón…”.

Se refiere a su atracción por Aníbal (Antonio Velázquez), que se debate entre la bondad de Elena y el vicio de Nieves (Dafne Fernández). “No sé cuál terminará siendo la pareja definitiva. Yo apuesto por las historias bonitas y creíbles, me da igual que sean de amor o desamor”, dice María, que está encantada de trabajar junto a Antonio Velázquez: “Es un cielo. Somos muy afines y además nos ayudamos un montón”.

Ellos dos han tomado las riendas de la serie tras la marcha de Álex González y Junio Valverde, los Bravo. “Noto que ha subido la responsabilidad cuando recibo el guión, ahora tengo mucha más presencia. Y está guay no saber qué le falta por vivir al personaje, vamos creciendo juntas. De hecho, Elena se proclamaba como la gran luchadora pero las tragedias le han hecho mella”.

María explica cómo ha vivido el equipo tantos cambios en el reparto: “Me dio mucha pena que se fueran Álex y Junio, espero que donde estén les vaya muy bien. Con Álex González y Esmeralda Moya aún no he coincidido pero seguro que irá genial, como con los que se incorporaron al final de la anterior temporada. A pesar de que somos un montón no hay problemas, aquí no hay tiempo para tonterías”.

Como parece que Elena aún guarda muchas lágrimas en la recámara, María suspira por un papel más liviano: “Desde 'Sin tetas…' todos mis personajes arrastran una fuerte carga emocional, así que ahora me gustaría hacer comedia estilo 'Cómo conocí a vuestra madre' o 'Modern Family', que me parto de risa con ellas. O también un musical tipo 'Glee', ¿por qué no?”. Con tanta vitalidad, seguro que lo logra.

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