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viernes, 9 de octubre de 2009

ENTREVISTA: MIRIAM GIOVANELLI

Miriam Giovanelli presentó, en Barcelona, la nueva colección Galaxy 2010 de los salones de estética Aduho. Para ello, la actriz se sometió a un cambio de imagen y sustituyó su rubio natural por una sensual melena oscura.

Después de darse a conocer en la película Mentiras y gordas, esta belleza italiana se ha convertido en uno de los nuevos fichajes de Sin tetas no hay paraíso. Su próximo proyecto, una película que se encuentra rodando junto a su compañera de Tele 5, Yuriría del Valle, Todas las canciones hablan de mí del director Jonás Trueba.
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-Pensábamos que te iban a hacer un look más extremo…
-Es que últimamente siempre me rizan el pelo y me veo muy fea, no sé por qué, pero con el pelo liso me siento como más segura. La verdad es que en este mundo todavía peco de cierta inseguridad.

-¿Cuál es tu color natural?
-Yo soy rubia casi platino. Muy, muy rubia.

-¿Cómo te gustas más, de rubia o de morena?
-La verdad es que prefiero no pensarlo porque siendo actriz me tengo que someter a tantos cambios... En mi profesión me ha tocado engordar, adelgazar, teñirme, cortarme el pelo…

-¿Y cómo lo llevas?
-Tengo la suerte de que me encanta transformarme. Si algo adoro de esta profesión, es poder convertirme en otras personas y cambiar de imagen. Para mí, fue un lujo engordar para hacer Mentiras y gordas, ese personaje me dio la oportunidad de hacer comedia.

-¿Fue fácil adelgazar?
-No. La verdad es que lo llevé un poco mal porque tenía que bajar de peso muy rápidamente para hacer la tv movie El castigo y no lo conseguí completamente. Pero me encanta cambiar de imagen si lo pide el guión, lo que no llevo tan bien son los desnudos.

-¿Por qué? ¿Eres pudorosa?
-No es por eso, porque creo que un actor no puede ser pudoroso, pero sí creo que el desnudo jamás debe de ser gratuito. Entiendo que deba salir desnuda en una ducha si me estoy duchando, pero algunos desnudos que aparecen en los guiones no son necesarios. En general, intento buscar una razón en todo lo que hago
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-¿Cómo te definirías?
-Soy muy exigente, lo que puede ser muy bueno para unas cosas y muy malo para otras. Y también tiendo a ser bastante obsesiva. Lo único bueno que destacaría de mí, es que soy valiente. Supongo que ser obsesiva me habrá ayudado a perseguir y conseguir mi sueño de ser actriz.

-Algunos auguran que le harás sombra a Amaia Salamanca.
-Amaia es estupenda y cada una tiene su personalidad y su papel bien definido en la serie. No creo que esto vaya a suceder.


-Dices que no estás enamorada…
-Estoy leyendo un libro que me ha dejado mi compañera Yuriría del Valle que trata sobre el amor. Y estoy aprendiendo que no estoy enamorada de nadie en concreto, sino de muchas cosas a la vez. Estoy en un estado de amor contante, muy zen.

-¿Estás pasando por este estado por alguna razón? ¿Estás superando algún desengaño?
-Bueno, mi lema es ‘la vida es rima’. Creo que la vida rima y es maravillosa y hay que tomarse las cosas como vienen. A partir de las cosas malas uno puede conseguir cosas estupendas. Todo pasa por alguna razón. Estoy viviendo una etapa muy feliz, aunque luego, a lo mejor, mañana estoy llorando en mi casa. Soy muy apasionada.

-¿Qué debe tener un chico para que te enamore?
-Sentido del humor. Me tiene que hacer reír muchísimo. También tiene que ser educado y tener buenas maneras, porque últimamente parece que se han perdido. Tampoco es que quiera que sea chapado a la antigua, pero si me gusta que sea caballeroso, que hable bien y que me respete.

-¿Tienes mucho sentido del humor?
-Sí, soy una persona que me gusta reírse de mi misma y me gusta tener amigas que también lo hagan. Ellas no son de este gremio y me encanta cuando quedamos y se ríen de mí en la serie o me dicen que pasan de mirarme en la tele.


Vía Teleprograma

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