MIGUEL ÁNGEL SILVESTRE TEME POR SU FUTURO

Lleemos en el diario Qué unas declaraciones preocupantes de nuestro admirado Miguel Ángel Silvestre.
No reniega de su pasado más reciente. De El Duque, aquel personaje que le lanzó al estrellato hace tres años en la televisiva 'Sin tetas no hay paraíso'. Y eso permite a Miguel Ángel Silvestre, en cierto modo, tener los pies en el suelo. Se califica a sí mismo como "un recién llegado a este mundo que ha tenido hasta el momento mucha suerte". Y lo dice porque tiene 29 años y debutó hace sólo seis en esta profesión, "cuando realmente estaba empezando a estudiar".

Es uno de los actores más cotizados de nuestro país, algo a lo que él prefiere restar importancia con un "sin embargo, no sé si tengo trabajo para mañana". 'Verbo' es un nuevo punto de partida en su carrera, una especie de reinvención como actor, que tiene esta película tan especial como trampolín.

"Me gustó desde el principio porque habla de que cada uno tiene derecho a poner color a su propia vida, de que nos motiva no ser uno más del rebaño", asegura el actor. Y él, ¿cómo se va a desmarcar del resto? "Pues aprendiendo a diario. Este oficio es así. Es algo que he oído a los más grandes, como Juan Diego".

UNA AGENDA MUY APRETADA

Después del estreno de 'Verbo', veremos a Miguel Ángel Silvestre en tres películas más (aún sin fecha de estreno). Por orden de rodaje, Silvestre está en el reparto de 'The Pelayos', de Eduard Cortés; 'Lo mejor de Eva', de Mariano Barroso; y 'Todo es silencio', de José Luis Cuerda, basada en la novela de Manuel Rivas.

Habla maravillas de su debut en el cine con 'Vida y color' (2005) y del papel de boxeador en 'La distancia' (2006), que llamó la atención del público. Sin embargo, asegura que no las ha vuelto a ver "porque prefiero que pase el tiempo después de haber disfrutado ya de todo el proceso en su momento".

Con cortos como 'Alumbramiento' o 'Contracuerpo', Eduardo Chapero-Jackson se convirtió en uno de los 'cortometrajistas' más reputados (y multipremiados) de nuestro país. Para su debut en largo, el director ha realizado un salto al vacío con una película en la que los efectos visuales tienen un papel muy importante y en la que también participan Verónica Echegui, Víctor Clavijo o Najwa Nimri.