Que te reciban así es un subidón de adrenalina”, apenas pudo decir a la prensa Miguel Ángel Silvestre en la gala inaugural del Festival de Cine de Málaga. Se ha convertido en el hombre más deseado gracias a su papel del narcotraficante Rafael Duque de la serie “Sin tetas no hay paraíso” y el pasado fin de semana quedó claro. Cientos de fans colapsaron la ciudad andaluza y persiguieron al actor sin darle tregua. Se llevó a sus padres
Miguel Ángel, abrumado, apenas podía creerlo. El actor cumplía 26 años el pasado domingo 6 y para celebrarlo se llevó a Málaga a las dos personas más importantes de su vida, sus padres, un fisioterapeuta y una gestora de banca. Junto a ellos y a su representante, Beatriz Castro –que sigue todos sus pasos y en quien el actor confía plenamente–, acudió al restaurante “El Chinitas”. En pocos minutos, las “duquesitas” –así se llaman las seguidoras de su personaje– colapsaron el centro de la capital. Miguel Ángel tuvo que salir al balcón del local para saludar a toda la gente allí congregada y recibió el mejor regalo cuando le cantaron el “Cumpleaños feliz”. Sus admiradoras, además, le obsequiaron con un corazón de peluche en el que habían escrito cariñosos mensajes para su ídolo, que se emocionó. Cuando Miguel Ángel salió para irse en su coche, se desató la locura: todas querían besarlo, hacerse una foto con él... La policía tuvo que intervenir para evitar la avalancha humana sobre el guapo actor, cuyo coche tuvo que ser custodiado para poder salir de la calle, totalmente colapsada. Miguel Ángel fue recibido el viernes noche en la alfombra roja de la gala inaugural del Festival de Málaga entre gritos, piropos, lágrimas, desmayos de sus fans... Fue el auténtico protagonista, y también de la fiesta posterior.
Vía Diez Minutos
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